RECITAL TELEMÁTICO 3 DE JUNIO 2020: PRESENTACIÓN DE "POR QUERERTE MÁS DE LO DEBIDO", DE JOSHUA MARCOS.







JOSHUA  MARCOS presentó una recopilación de sus poemas: Por quererte más de lo debido. Nos habló de amores, desamores y de trenes perdidos. Su poesía late al ritmo de su corazón y de la experiencia de un amor que le marcó profundamente. Como poeta, sigue evolucionando y su cercanía quedó reflejada en la tertulia animada que mantuvimos.  Leyó varios de sus poemas que nos trajeron aire fresco. Nos ha dejado alguno como muestra: 


POR QUERERTE MÁS DE LO DEBIDO


NO ERA PARA TANTO

Se viste de diosa cada mañana,
Afrodita es sinónimo de envidia,
¿Cómo puede albergar tanta belleza
si deja baldosas amarillas cuando camina?

Es deseo de noches de pasión,
de cenas románticas tal vez.
Quién no entregaría el corazón
si ella es fácil de querer.

Es estrella fugaz en mi cielo,
un disparo a quemarropa,
es verano de mis inviernos.

Al final, el palacio no era para tanto,
ni siquiera era princesa.
Decepción tenía por reinado.


Joshua Marcos


CAPITÁN DE SU VELA

Me aferré al bote salvavidas
pero la marea tenía nombre de mujer.
Soñé tantas veces con ser el capitán de su vela,
que no llegué a darme cuenta
de que naufragar, era echarme a perder.

Navegué sin rumbo y sin destino
por cada surco de su piel,
me tentó con cantos de sirena
para que yo les diera mi querer.

Ahora es tarde para echar el ancla
y volver atrás.
Después de enamorarte
dime tú, quien se puede salvar.


Joshua Marcos


CENICIENTA

Jugaré a quererte en mis desvelos
a desearte antes de dormirme,
te buscaré a tientas por mis sueños
mientras tú, conmigo, juegas al despiste.

Amenazas con quererme pero dudas,
tú nunca sabrás lo que yo he perdido,
por haberte dado todo sin excusas,
por quererte más de lo debido.

Te maldigo demasiado, lo sé,
verás que son heridas mal curadas
de un pasado que nunca se fue.

Sé que no piensas en mí, Cenicienta,
tus señales así lo dibujan,
qué cruz la mía por no sacarte de mi cabeza.


Joshua Marcos



DE SASTRE                                                                                                 
 Te he leído con la razón entrecortada                                                                                                                                    
Me distraes
te leo y releo
con curiosidad.

Verso tras verso
de un modo huraño
te cargas los mitos de la relación.
Entre líneas
destilas
rebeldía y conformismo.
Tus estrofas
tienen peso
y se hunden en silencio.
Te escondes
tras los libros
musitando soledad.
En ocasiones
brillante
en muchas ocasiones.
En otras
la heroína
de las letras.
Sudando aspereza
de la que obliga
a  repensar. 
       Alfredo Pereg


Soneto de la dulce queja 


Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.


Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,


no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.


FEDERICO GARCÍA LORCA 
(Leído por Rebeca León)




LA PIETÀ DE KOLLWITZ 
 
Sin duda alguna, ajena a la mirada
del turista abrumado y silencioso.
El hijo se refugia entre las piernas
y el vientre de la madre. No es la vida
quien regresa hacia el útero materno.
Es la muerte quien busca una morada
ya imposible. La madre hospeda un cuerpo
que vivo le arrancaron y ahora acoge,
inerte, entre los pliegues de su manto,
frío.  Luego acaricia con ternura
la quimérica fiebre de su frente
en vano gesto que el hierro eterniza.
Ya no llora. La lluvia desmenuza
su propio llanto cenital y orgánico
sobre la talla. También la luz, la nieve,
sumen la imagen toda en la intemperie.

Walter Mason, fotógrafo, ya dijo:
Esta estatua de Kollwitz, solitaria
en el centro del cuadro, nos inspira
un respeto que entiende de inmediato
la persona que viene de la calle,
aquella que empatiza con la madre
porque es madre y se encoge en cada guerra,
porque los hijos todos son sus hijos
y los niños-soldado nunca crecen
en la tosca matriz de las batallas.

La madre está tan sola… pero vive
-comenta una señora a mi costado-,
vive porque la ausencia tiene cuerpo
y no debe buscarlo en las cunetas.
La miré. Mi silencio congeló
la estancia abierta al cielo en el opérculo
del techo. Deseé que una paloma
descendiera del cielo con la noche en el pico
y apagara en sus alas
las rendijas hirientes de la luz.

 Koldo Pla


NIWA  


Sobre el aparador, amablemente,
han dejado un minúsculo bolígrafo.
Son dos días. No sé si en este tiempo
podré escribirte, amor,
un poema de hiedra
y versos verdirrojos
en la pared de octubre, donde posan
tus ojos encendidos
y el deleite de amar fuera de plazo.

Respiro en paz y quiero
capturar en la fuga de la tarde
la luz inesperada,
el súbito portento
de tu cuerpo enramado entre los chopos
que doran, en su fuga, el horizonte.

La luz se despereza, amanece
sin prisa. Somos tres
para gozar del sol y el desayuno.

Tú y yo, como chiquillos, nos besamos
entre el café con leche y las tostadas,
mientras Ángel derrama, como azúcar,
el gratuito prodigio de sus versos.

Tú y yo y Ángel González. Aquí, en Niwa.


 Koldo Pla




Maitale baten seinalea,
                Laztanak gorputzean,
                            azala miazkatzen
Eskuetan magia darabilte
              Kilimak, sentsazio lasaigarriak.
                     Sexua,
Maiteminduaren ezkutuko 
                              Adikzioa.
 Matxalen Bezos Arketa


TIEMPO 
Sabia virtud de conocer el tiempo;
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo…
que de amor y dolor alivia el tiempo.


Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizome tanto y tanto tiempo
que no sentí jamás correr el tiempo, 
tan acremente como en ese tiempo.


Amar queriendo como en otro tiempo
ignoraba yo aún que el tiempo es oro
cuánto tiempo perdí -ay- cuánto tiempo.


Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,
amor de aquellos tiempos, cuánto añoro
la dicha inicua de perder el tiempo.

Renato Leduc- (Leído por Paty Mitre)


NO ERES TÚ 


Te iba a decir:
quiero hacer el amor contigo
y una voz fría,
inerte,
apresurada, rígida
me ha devuelto
el reflejo de mis manos
queriendo, tan sólo,
tocar la piel de mi memoria,
acariciar los pliegues
de un eco
tan difuso
y ampliado
por el tiempo.
No estás,
no eres tú el tú,
ni tu voz la risa
que huelo
en los huecos de ti.
Hay vacío de emoción,
plano, plano...,
perdiéndose en el horizonte
de las palabras
escritas sobre el silencio
para borrar
el absurdo murmullo
de tu aliento.


Esther Fernández



El cuadro de la bestia


En el momento en que admiro
tu cronópica belleza,
recorren el lienzo lágrimas,
tonos grises de temperas.


Él observa el ventanuco,
arriba a la derecha,
mi padre niño, y contempla
cómo al suyo se lo llevan.


Es la bestia que entra en casa,
rompe la luz que no cesa
y hace llorar a su madre 
sin poder calmar su queja.


A mi izquierda un bebé mama,
huérfano de pecho queda
y sangra sangre de toro,
el cuadro sangra tristeza. 


Y en el centro está ese brazo,
sin su cuello ni cabeza,
cuyo grito sobrecoge,
de eso tengo la certeza.


Igual de huérfana veo
cómo arrasan las banderas 
los caballos, las palomas,
una memoria que quema.

A pluma abierta.  Fanzine de poesía   nº 4.
Ana Martínez Mongay



PUZZLE DEL SOMBRERO DE SILVIA
Palabras: Murmullo, Tiempo, Oculto, Magia, Rima, Amar
TAUMATURGA
Descubrí la magia
entre las rimas y el murmullo
de tus ojos.

Ocultos están tus intentos de amar,
de amarme bien.

Y sé que el tiempo que tenemos no es suficiente,
pero te juro que no tiraré la toalla.
Porque en esta guerra,
la magia de tus ojos
harán que nunca nos demos por vencidos.





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