RECITAL TELEMÁTICO 9 DE MAYO DE 2020: PRESENTACIÓN DE "NO SÉ ESCRIBIR POEMAS DE AMOR" DE ARANTXA MURUGARREN.






En palabras de Juan Andrés Pastor Almendros, Arantxa Murugarren "no forma parte de esos arquitectos de pedestal y de juegos florarles. Ella escribe desde la intensidad de lo sentido". Autora del blog literario Paraíso de Contrastes en el que escribe poemas, relatos y reseñas literarias: http://paraisodecontrastes.blogspot.com/
En No sé escribir poemas de amor la realidad se formula en forma de poemas y es el amor la salvación en la desolación de esta vida. La paradoja del título explica el asombro de su autora ante el poder de la poesía y del amor. 
Arantxa nos habló del origen de este libro y de las personas que le apoyaron en su escritura. A continuación, algunos de los poemas que recitó: 

COMO TODA LA VIDA 

Se miraron
como siempre,
como toda la vida.

Hablaron sin decir nada
entre besos
ocultos tras las caricias.

Entre esa pasión sin tregua
ignoraron
al silencio
que gritaba fuerte su nombre

Edulcoraron la hiel
con el dulce aliento
de sus noches compartidas.

Se abrazaron a la ilusión
de un insomnio
que alejaba el instante
de un adiós anunciado.

Y se amaron
como nunca,
como toda la vida.


DIBUJÁNDOME EN TU MENTE
  
Te imagino
como antes,
dibujándome en tu mente

Recuerdo cada noche
el brillo de aquella luna
que daba luz a tus ojos.

Alimento con nostalgia
el calor
de la hoguera
que se extinguía despacio.

Comparto las esperanzas
de un futuro cercano
que no se presentó nunca.

Me recreo en la sensación
de inocencia
al amparo de un tiempo
de amor verdadero.

Y te pienso
como ahora,
dibujándote en mi mente


TÚ Y YO

Entremezclo mis sueños con tu realidad
tus palabras con mis silencios
mi rutina con tus imprevistos
Entremezclo tu mirada
con mis ojos cerrados
mi indiferencia con tus deseos
tu temor con mi valentía.
Siento como mi perseverancia
se vuelve vaho
y desaparece en segundos.
A tus labios una sonrisa asoma
y entonces pienso:
para qué perder el tiempo llorando
si puedo reír contigo.


ELLA

La recuerdo, rodeada de fogones,
entre pucheros y cacerolas,
entre comidas y comensales.
La recuerdo, a menudo,
junto al calor del hogar
con castañas en la lumbre,
con su toquilla a la espalda.
Añoro aquel dulce olor
entre los sabores
amargos de la vida.
Siento ternura cuando la pienso
mientras la imagino
salpimentando el dolor de lo pasado
sentada en su mecedora.


SUBIÓ AL DESVÁN

Subió al desván,
acarició con sus manos
la distancia.
Recorrió con sus dedos
el silencio.
Al compás del tiempo
bailó.
Y al compás de la memoria
lloró
hasta que llegó el alba.


NO VOLVIERON LAS OSCURAS GOLONDRINAS.

No volvieron las oscuras golondrinas
y mi balcón se quedó triste,
añoré su presencia mucho tiempo
y busqué el sonido de sus trinos
cada mañana,
no volvieron y esperé una señal
que no se produjo,
pero aquellas que de volver no hubieren,
aquellas, regresaron una vez.



                                               Arantxa Murugarren


OYENTE CIEGO


Desde el rincón más oscuro
de aquella biblioteca, escuchaba
apasionados versos,
placenteras estrofas,
los más delicados poemas.

Ella leía,
yo prestaba atención.
Su voz, acompasada,
imprescindible,
repitiendo las coplas
si yo carraspeaba,
supuso para mí
un libro abierto.
Con la misma lectura
nos alimentábamos los dos;
la oía humedecer los dedos,
visitar las hojas
de los más bellos paisajes.



PULSADOR VERDE

El traqueteo ceja, va pausando
el clac en la ranura de las vías,
inverso el ritmo del tren al del pecho,
Calatayud al fondo.
Todo el cielo, la luz de la mañana
para encender los charcos, las acequias,
el rocío en los huertos a la orilla del Ebro,
los insonoros pájaros sobre el tendido eléctrico,
y el sol, por fin, al este del edén.
¿Qué nos depara el agua, qué el silencio,
Monasterio de Piedra, improvisado
y mágico escenario de este octubre?
¿Qué la noche, la alcoba, la indefensa
desnudez de los sueños en la prórroga
de esta tarde engullida por los ocres?


Indolentes las ruedas ralentizan
esta agónica entrada en la estación;
Recojo mi maleta, los papeles
donde escribo estos versos, encapsulo
el mini-auricular en su bolsita,
respiro tan profundo como puedo,
refreno el corazón que corcovea,
me levanto, no veo su silueta
en la estación. El tren se ha detenido.
Tarda la puerta en abrirse; un segundo,
dos, tres, cuatro. Me inquieto. Dos viajeros
salen con sus maletas del siguiente vagón.
En el último instante me apercibo
del botón verde. Púlsalo, púlsalo,
me digo y obedezco, pero es tarde,
el pitido de arranque está sonando,
tarde, gimen las ruedas al partir.
La veo al fin al fondo del andén.
Ella tampoco entiende.
KOLDO PLA



MOHAMED SALEM ABDELFATAH  “Ebnu”:


Foto: Francisco Medina. Londres. 05.05.2006
Ebnu es el nombre por el que se conoce a Mohamed Salem Abdelfatah, poeta saharaui, nacido en la pequeña ciudad de Agmala (Sahara occidental) en 1968, es decir, la época en que el Sahara era provincia española, iniciando, por tanto, sus primeros años escolares con un maestro español.




Hijos del sol y el viento().

Aún vivimos en las esquinas
de la nada
entre el norte y el sur de las estaciones.

Seguimos durmiendo
abrazando almohadas de piedra
como nuestros padres.

Perseguimos las mismas nubes
y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.

Nos bebemos el té a sorbos de fuego
caminamos descalzos para no espantar el silencio.

Y a lo lejos
en las laderas del espejismo
todavía miramos, como cada tarde
las puestas de sol en el mar.

Y la misma mujer que se detiene
sobre las atalayas del crepúsculo
en el centro del mapa nos saluda.

Nos saluda y se pierde
en los ojos de un niño que sonríe
desde el regazo de la eternidad.

Aún esperamos la aurora siguiente
para volver a comenzar.

(Leído por Miguel Izu).


AIREA

Hoy tengo una cita con el viento en lo alto del monte
llego y me siento sobre un haya que 
            amablemente
                                       se suicidó para mí.
Cierro los ojos e invito a mi mente a volver a casa.
Poco a poco voy sintiendo como me va envolviendo.
Al principio es una suave caricia sobre mi  rostro que
va girando y girando, envolviendo todo mi cuerpo
me aprieta, me inmoviliza, entra y sale de mí, es un
                                                                    torbellino.
Las 8 de la mañana y trae a mis oídos el tañido  más
lúgubre y triste de la
                                    humanidad…
El primer tañido de niebla me nubla los ojos con resecas
lágrimas de madres que gritan su silenciosa angustia a 
toda la humanidad por ver morir impotentes a sus hijos 
                                                                        de hambre.
El segundo tañido es un martillo que golpea el yunque en 
mis oídos con sollozos de niñas que acompañan babosos 
jadeos de hombres que corrompidos por su propio ideal 
revientan 
                inocentes 
                                cuerpos.
El tercer tañido estremece mi cuerpo con rezos de familias
enteras prisioneras en aislados campamentos de concentración,
cuyo crimen es huir de la muerte y querer vivir junto a los suyos,
                                                                    en paz.
Quiero salir de aquí pero el viento hecho jirones me sujeta e
impasible me trae el cuarto tañido, que ahoga mis pulmones con
las llamas de mundos enteros quemados, asolados, mundos que
son parte de mi mundo y que 
                                                nosotros 
                                                               mismos 
                                                                             arrasamos.
El quinto tañido lastimero hace que sangre por cada poro de mi
piel con los estallidos de bombas y el ruido de metralla en guerras
inventadas por nosotros, la parte del mundo que defiende los
                                         derechos humanos.
Intento huir pero el viento, implacable me rodea con el sexto tañido,
con él me golpean cantos alegres de niños que en destruídas ciudades
juegan sobre escombros, tumbas de sus propias familias alrededor
de una bomba en la que reza “igualdad y justicia” mientras  llega nuestra
nueva ONG 
                      “hogares infantiles”.
Afligido, abatido me acorrala el séptimo tañido con los miedos de
aquellos que atraviesan desiertos dejando poblados familias
cegados por nuestras luces de neón se lanzan en barcos de papel
a rescatar su futuro donde 
                                              son repudiados y manipulados.
Con el octavo tañido ya he comprendido la hipocresía
en la que sufragamos ejércitos, fabricamos armas
para luego ayudar a recomponer lo destruído.
Ya el viento me ha soltado ha sentido que yo he cambiado.
Mis arterias son ya látigos restallando dentro de mí
                               lacerando mi corazón.
¿cómo puedes viento soportar tal desatino?
Desata tu furia, barre de la superficie estos cuatro jinetes
que el hombre ha liberado hasta que no quede nada que
quiera perpetuar esta 
                        salvaje                                                                                                                              
                                          maquillada 
                                                                  sociedad.
RubénVi.                                            

AMETSA


Galtzen zintudala amestu nuenetik,
loak ihes egin zidan.
 Zuk, ordea, nire alboan jarraitu zenuen,
ohean, gau luzeotan.

Nire amesgaiztoa hil zenetik,
gure ametsak bizirik darrai.


Kepa Luzarraga (Itotzeari beldurrez lehortu gara, 2018)
(Leído por Matxalen Bezos Arketa)


Otro amor

Turiaso se viste de seda
con sus tres cultas cunas
protegida por la blanca sierra
guarida de leyendas rojas.
Regocijo siente el río en su corriente
esculpiendo piedras de celosía
mientras la Magna Torre se alza esbelta
ocultando su ábside con pinceles de retablo.
Cuelgan guirnaldas de luz
joyas sefardíes de otros tiempos
y las rimas de Bécquer sueñan
con alegres golondrinas.


REBECA LEÓ






PARA ENTONCES
Quiero morir cuando decline el día 
en altamar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes 
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: “Soy tuya”
aunque, sepamos bien que nos traiciona.
Manuel Gutiérrez Nájera 
(Leído por Paty Mitre)

Es todo tan normal   

Es todo tan normal, me has dicho, tu mano roza,
levemente, mi mano en la tarde que cae 
y se pierde, levantando un tumulto 
de aves normales que vuelan
hacia bellos horizontes
de un horario y
calendario
normal.
Tres de mayo,
en el centro del
normal murmullo que pasa
por nuestras calles, te quiero.
lejos de ese tejido extraordinario
que cubre mi supuesta indigna normalidad.
¡Qué abrumadora y normal belleza nos enlaza!
Esther Fernández.




PUZZLE DE PALABRAS DE PALABRAS DEL SOMBREO DE SILVIA: ¿Te atreves a escribir con ellas un poema?

Sol y viento, escuchar, fiesta, oyente, normal, sueño, sentimiento, viaje, se eleva, trenes, ilusión.

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